En un mundo en que los compradores cada vez están más conectados y comunicados al instante mediante dispositivos que pueden estar en su escritorio o en su bolsillo, ya es posible ver las preferencias de las compras que se hacen a través de diferentes aparatos, móviles, tabletas, portátiles y computadores. El computador del escritorio manda la parada si se trata de hacer transacciones bancarias o pagar cuentas; los portátiles se prefieren para comprar bienes o servicios en línea.